¿Qué son las lesiones de ligamentos en el fútbol?


¿Qué son las lesiones de ligamentos en el fútbol? – Cuando practicamos un deporte, nuestro cuerpo está expuesto a cierto riesgo. De hecho, los traumatismos, las contusiones y los esguinces son habituales, especialmente en los deportes de equipo también puedes leer información sobre los hachis de CBD. La práctica del  fútbol no escapa a esta observación.

LIGAMENTOS
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Ya sea en la práctica amateur o profesional, cuantos más partidos hay y avanza la temporada, más sensible es el cuerpo a las lesiones y accidentes. De media 45.000 personas resultan lesionadas cada año jugando al fútbol en España. Según un estudio dedicado específicamente a los accidentes en el fútbol, ​​el 70% de las lesiones se producen dentro de un club (el 50% durante los partidos y el 20% en los entrenamientos).

¿Qué son las lesiones de ligamentos en el fútbol?

Es posible limitar las consecuencias de estos traumatismos preparando el cuerpo (preparación física, calentamientos, etc.) y contando con una buena atención médica en caso de lesiones. El fútbol es responsable del 25 % de los esguinces de rodilla y del 21 % de los esguinces de tobillo.

Este deporte de pivote requiere un apoyo firme y preciso. Cuando estos están mal controlados, la rodilla puede sufrir un movimiento de rotación violento e inadecuado provocando la rotura del ligamento. A veces resulta difícil caminar después de una rotura del ligamento cruzado, pero no siempre. Si se produce hinchazón (derrame) de la rodilla, es necesaria atención médica.la rotura del ligamento cruzado (LCA). Pueden ser leves o graves. Sólo un médico podrá identificar la gravedad del trauma. La lesión más común entre los jugadores de fútbol es Para el tobillo, si la hinchazón significativa asociada con hematomas se combina con dificultad para caminar, se recomienda la evaluación por parte de un especialista.

¿Cómo se diagnostica una rotura del LCA?

La rotura del LCA se diagnostica mediante pruebas clínicas que requieren un poco de experiencia, pero que siguen siendo el centro del proceso de diagnóstico. La medición de la laxitud (juego articular) y la resonancia magnética son complementos diagnósticos que ayudan en la estrategia terapéutica.

La decisión entre tratamiento quirúrgico o tratamiento funcional se realiza caso por caso en función del perfil del paciente y de diversos parámetros como la laxitud articular, lesiones articulares asociadas, tipo de actividad y deporte. Es cierto que es difícil practicar un deporte de contacto con pivotes como el fútbol sin un ligamento cruzado anterior competente. Los jugadores quedan entonces expuestos al riesgo de sufrir lesiones meniscales secundarias.

¿Qué son las lesiones de ligamentos en el fútbol?
¿Qué son las lesiones de ligamentos en el fútbol?

¿Cuáles son los tratamientos?

El tratamiento funcional consiste en un entrenamiento muscular y neuromuscular que permite la estabilización estática y la dinámica. del miembro inferior. La recuperación de la fuerza es importante, pero el trabajo neuromuscular, el equilibrio, el control de los movimientos y la técnica propia del fútbol son fundamentales para plantearse la vuelta a los partidos.

Este trabajo se realiza inicialmente con el fisioterapeuta y luego lo continúa el propio paciente para optimizar la “reatletización” de su cuerpo. En el fútbol, ​​este enfoque es compatible con la práctica amateur y de ocio más bien en un veterano, siempre y cuando la lesión del ligamento cruzado anterior esté aislada. El tratamiento quirúrgico  consiste en la reconstrucción del ligamento cruzado anterior o ligamentoplastia. Los jugadores jóvenes que han jugado fútbol competitivo, que muy a menudo tienen lesiones asociadas de los meniscos y, a veces, del cartílago, se benefician de este abordaje quirúrgico.

¿Qué implica la ligamentoplastia y cuánto tiempo de recuperación antes de volver al deporte?

La reconstrucción del ligamento cruzado anterior o ligamentoplastia requiere el uso de un injerto que puede provenir de los tendones de los isquiotibiales, del tercio central del tendón rotuliano o del cuarto central del tendón del cuádriceps. Más raramente, puede estar indicado el uso de un aloinjerto (injerto de un donante). Luego, este injerto se coloca en la rodilla bajo el control de una técnica artroscópica y se fija de diversas formas. La rehabilitación comienza el primer día después de la intervención quirúrgica y se individualiza en función de las lesiones asociadas y del tipo de injerto implantado.

El primer objetivo es la recuperación de la movilidad articular y el control muscular. Luego se trabaja el control de la estabilidad del miembro inferior al mismo tiempo que se realiza el entrenamiento muscular y la recuperación de la fuerza. Hoy en día, antes de permitir al paciente reincorporarse a actividades deportivas de tipo pivote de contacto, entre el quinto y octavo mes tras la operación se realizan pruebas funcionales que evalúan la recuperación de fuerza y ​​capacidades neuromusculares, así como psicológicas. Antes de eso, el paciente reanudó actividades axiales como andar en bicicleta, nadar, caminar por la montaña y correr entre la sexta semana y el cuarto mes después de la operación.

Más que un retraso temporal, es la recuperación de las capacidades físicas y neuromusculares del paciente lo que determina el retorno a las actividades físicas, profesionales y deportivas. recuerda La evolución a largo plazo de las rodillas traumatizadas depende de muchos factores. Sin embargo, si el paciente permanece activo y en buena forma física en su vida posterior al fútbol, ​​los resultados funcionales seguirán siendo de favorables a muy favorables de manera duradera.